OBEDIENCE

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Me parece ingrato de mi parte mentirte y decirte adiós sin consultarlo jamás con los dioses que parecen monos, y monos que huelen a evolución; resultan elocuentes, frecuente, vivos...
Destacas tú contra las expectativas, y te vas:
¡Feliz Fénix!
Un día me miraras a los ojos, y habremos cambiado, soñado cosas indulgentes, cosas de hombres que aman al cosmos por la verdad y no por frivolidades que se van perdiendo con el paso del tiempo.
Poco es el respeto que le tengo a las noches de vacío y hoyos negros. Tú lo sabes, sólo tú.
Sabes que creo y que pierdo, que muere, que no...
Me sabes, porque me has probado. Me sabes porque me has amado, y sin embargo,
yo no te se ni un poco.

Adiós mi grandioso amor de inviernos cubo y alomejores sintéticos.

Suena entonces un redoble en un tambor muerto, y tu sombra se escapa de ese cuerpo tan ruidoso que tienes en esta tierra avara y llena de codicia ingrata; te hablamos de luz fantasma ¿ y me miras así?
Como una gran PUTA, una señora de sociedad como usted es, no.

Es una perdida de tiempo escribirle señor Don Pedro, es que, es repugnante la relación que usted tiene con su reina.
Parecen cerdos.
 
 
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