El diablo


Anoche me dormí leyendo sobre la figura del diablo, y sin querer me di cuenta de que todos estamos ligados íntimamente a este símbolo tan antiguo y hermoso que es absurdo temerle pues estaríamos temiéndole a algo que nos ha alimentado por siglos, incluso más que los dioses adorados por tantos ingenuos. No se trata de adorarlo, se trata de encontrar el motivo por el cual se le aborrece e incluirlo en el desayuno. Pobres aquellos que le dan una connotación lasciva y cruel, cuando es tan simple y sencillamente una forma de nombrar ala maldad viviente que sin duda, también es un factor de creación, una renovación de ciclos.

Por supuesto, el sueño que tuve anoche hablaba de muerte, yo era el homicida, yo mataba a una chica de formas brutales para terminar arrojando una granada al interior de la casa para que cualquier pista se borrara. Yo soy el diablo en mis sueños. Yo mantengo mi salud mental diciendo las cosas con libertad.

Es extraño necesitar siempre algo que nos motive a modificarnos, a extrañar algo que no se encuentra dentro de un refrigerador.
Ayer pude encontrarme con algunas personas que soñaban con luna y polvo, una magnifica obra que apostaba a lo atrevido y no se molestaba por confrontar al público con maniacas explicaciones retoricas, que personalmente considero de pereza absoluta. Y todo esto es un secreto fin de semana que tiene un final fulminante.


Esto es encontrar símbolos, si necesidad de creer en lo que no tiene caso, porque todo lo antiguo esta caduco, hay que creer en la posibilidad de saltar al abismo de vez en cuando...
 
 
Copyright © Hell Chico
Creative Commons License
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License