Flama.
Eres como una flama que se va extinguiendo,
que rompe mareas,
que apaga ciudades.
Quiero que desde adentro,
sutil y cuidadoso,
hagas que las pequeñas cosas exploten y,
sin ser percibidas,
se hagan presentes en tus ojos;
así se manifiestan los ídolos,
las paredes,
las formulas que lo contienen todo dentro de sus magnificas
insignificancias.
Tu y yo somos nada,
pero dentro de la nada, somos.
Conozcamos entonces el vació de los cuerpos,
cascaras sin gracia,
huecos dentro de los cuales convergen
tus formas transparentes,
tu sutil coraza
mi anciana tempestad.
Eres lo que tienes,
somos lo que pudimos.
Quiebrate ante la playa,
quiebrate...
seamos nada.