Morir


Quisiera morirme en este preciso momento.
Quisiera no volver más.
Quisiera que mi muerte te colmara de pena y entonces todo se transformara,
se volviera sereno,
te volvieras más calma, menos gritos y ruido vano.
Te volverias una mujer más poderosa.
Quisiera morirme para que te dieras cuenta del daño que le haces,
a tu cuerpo sobre todo, a tu riñón y sus aguas termales, a tus lunas, a tus noches silenciosas.
Quisiera que mi muerte les callara la boca de golpe,
les quitara los guantes, les quitara las armas, los dejara desnudos, niños, pulcros.
Quisiera que lo que se unió por mi, volviera en silencio de luto, y nadie hablara más;
mi muerte sería el perdón mudo, la voz que grita desesperada un regresa hijo... que nadie oye, que nadie tendrá derecho de escuchar ni siquiera yo, desde mi tumba fría. Desde mi silla donde escribo esta petición lóbrega y de uso reciclable.
Quisiera morir y no volver a ver a nadie, ni acordarme de nadie, ni sentir nada; la muerte sería el vacío de mi emoción, y lazo que uniría dos dolores eternos en amor verdadero, de nuevo.
Quisiera verlos reír, y no pelear.
Quisiera no extrañarlos tanto.
Quisiera tantas cosas, y tengo tan poco, y no tengo nada.
Un día se encontraron en una vieja clínica de un sucio pueblo, a orillas de un río; era ella, blanca, mujer y niña, 19 años.Era él, hombre, su nombre me condenó, me armo. Se conocieron y se amaron pronto, se tocaron se besaron, se escondiero de todo y escaparon de todos. Armaron un nido, criaron a este hombre, y ahora este hombre quisiera morir.
Bonita historia.
Bonito sueño.
Buenas noches,
Si muero Perdónense.
Si vivo también.
 
 
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